Семейные

Durante sus nueve años de estadía en el monasterio, Sejun experimentó la oscuridad del budismo a manos de aquellos que lo supervisaban. Cuando él huyo del monasterio a la edad de 13 años, su familia no lo recibió de buena gana cuando regresó a casa. Su padre lo inscribió en primer grado ya que su única enseñanza había sido estudiar las escritura budistas, y Sejun se avergonzaba por ser mucho más mayor que sus compañeros. Sin embargo, en la escuela primaria, Sejun conoció a un piadoso profesor quien compartió la luz de Cristo con él.